domingo, 7 de octubre de 2018

¿LESBIANAS DE CLÓSET?

HOY DAREMOS UN GIRO YA QUE ESTE POST ES PARA MUJERES PERO CREO QUE A VOSOTROS TAMBIÉN NOS INTERESA


 @MONIKASHANTALE PARA REVISTA SOHO 13-10-2015
"Si vemos a un par de mujeres tocándose y estimulando sus puntos clave, muchas nos prendemos fácilmente".










Ya sé, estarás pensando que me descaré y salí del closet… No te confundas, no he dicho eso. Por el contrario, sigo en lo dicho de que no hay nadie (ni nada) mejor que un hombre para satisfacer tanto los deseos más obvios como los más oscuros de una mujer. Sin embargo, hay datos que muestran que las mujeres que vemos porno, preferimos aquellas películas o escenas en las que interactúan mujeres entre sí.

Mi hipótesis de porqué nos gusta mirar ese porno es que no importando si la escena es entre hombre y mujer o mujer con mujer, lo que nos gusta ver es que nos complazcan, que nos estimulen en los sitios más erógenos y no que solamente nos utilicen; no me tiro al drama con el uso del verbo, lo empleo en el sentido de que las películas porno están diseñadas desde siempre para que los hombres disfruten. La parte visual, el ángulo y las acciones realizadas giran en torno a complacerlos a ustedes. No digo que no nos gusten los jalones de pelo, pero definitivamente hay a quienes nos excita más recibir toda la atención en lugar de sumisión.

Si vemos a un par de mujeres –sin prestar atención a lo bonitas o esbeltas que son– tocándose y estimulando sus puntos clave, muchas nos prendemos fácilmente.

También ocurre que nos excita una trama entre hombre y mujer, es ideal. Pero sería aún mejor si la cinta tuviera un happy ending estilo hollywoodense, aunque perdería su alma de porno. Mi punto es que resulta mucho más cachondo un hombre besando apasionadamente a una mujer, acariciándola en ropa interior, que pasar minutos mirando un coito mecánico que de antemano sabemos que es actuado.

Por otro lado, los besos entre chicas no son tan candentes como lo es que se besen los pechos o se den sexo oral entre ellas. Esto lo digo en nuestra defensa para dejar claro que no somos lesbianas de clóset, simplemente que esas chavas de las películas para hacerlo bien, no necesitan un director cinematográfico, simplemente lo dominan porque es justo lo que les gusta que les hagan y los cálculos para lograr el éxtasis son casi matemáticos.

Al diablo con la trama, el secreto está en la zona y el matiz.

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